En la época del tango se podía decir aquello de Gardel sobre que “veinte años no es nada”, pero ahora, cuando se cumplen los diez años de Wikipedia, ya podemos ir olvidándonos de esa vieja sapiencia. Diez años son un período enorme en el desarrollo tecnológico, que es uno de los factores dominantes en el estado presente de nuestro mundo. Acabo de leer un excelente, y breve, libro sobre La presunta autoridad de los diccionarios de Javier López Facal, que es una autoridad en la materia, y una de las cosas que me han sorprendido muy gratamente es que remita a sendos artículos de la Wikipedia para ampliar algunas de las cuestiones de que se ocupa en su texto. La Wikipedia es uno de los mayores logros de Internet, en mi modesta opinión, y cuanto hagamos por mejorar la versión española, que no siempre está a la altura deseable, será poco.
En estos días se han conocido dos novedades realmente impactantes, en ambos casos de Google, que va camino de ser la empresa más revolucionaria de la historia, dicho sea sin intención de exagerar. Una de ellas es que ya está disponible la traducción directa de voz entre el inglés y el español y que se puede bajar de la tienda de Android para cuantos usen ese sistema en sus móviles. La cosa me ha alegrado la vida casi tanto como la Wikipedia porque creo que se trata de una aplicación sencillamente portentosa y que será enormemente útil, aunque, como todo, pueda tener sus riesgos, especialmente para los torpes en varias lenguas y para los que, como los españoles, usamos un repertorio fonético y vocálico bastante restringido.
La segunda noticia que quiero comentar es que está disponible en Google labs el Book Ngram Wiewer, una aplicación que permite explorar los millones de libro que Google ha indexado, y que nos habilita para comprobar bastantes cosas acerca del uso de palabras y nombres en una lengua y un momento determinado. Ya hay alguna literatura científica sobre el tema, pero esto no ha hecho nada más que comenzar. Karim Gherab y yo ya hablamos de algo así en nuestro libro sobre bibliotecas digitales, pero lo importante no es imaginarlo sino hacerlo. Agradezco a Juan Manuel Rodríguez Parrondo, a Manuel González Villa y al propio Karim las primeras noticias sobre esto en el Buzz de Google, porque gracias a ellos ya he pasado unos ratos agradables comprobando cosas curiosas.
En fin que diez años son mucho más de lo que eran y la cosa se sigue acelerando. ¡Lástima de fecha de nacimiento!
[Publicado en Cultura digital]