Devotio iberica

La devotio iberica ha resplandecido con toda intensidad allí donde era más necesaria, en el CGPJ, el Consejo de la Justicia cuasi poder independiente del Estado, ese lugar de ciegos sabios que es completamente incapaz de distinguir la ley, y no digamos la moral, de los amigos y los enemigos. Da gusto vivir en un país con instituciones tan ejemplarmente encanalladas. Supongo que a quien me sé todo esto le parecerá normal. Desgraciado país que desconoce el valor de la excelencia, de la ejemplaridad y del honor, que sólo parece saber cuál es la mano del amo, país de siervos y de gitanos, con perdón de los calés.
Google y las tabletas