Una pésima noticia, pero muy previsible. Se trata de un modelo de negocio que está muy desfasado, que ha vivido de jugar con ventaja, y de explotar con exceso los despistes del personal, sin aportar demasiadas cosas positivas y realmente nuevas, pese a los esfuerzos de Alierta. Si ha seguido habiendo dinero para urdangarines ya se ve que el negocio sigue siendo bastante ficticio: es de esperar que cambie y lo haga deprisa.
Internet y la libertad
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