Eso repite el Gobierno, pero se puede no creer, si se quiere conservar el buen sentido. No es nada deseable, pero no es fácil imaginar cómo se va a resolver la situación económica y política, con paro, déficit, y deuda creciente, y con el Gobierno empeñado en lo que no parece posible, sin abordar ninguna reforma estructural importante. Supongo que el Gobierno espera sobrevivir a un rescate disimulado, pero se antoja difícil que lo consiga, y da que temer lo que con esa actitud se puede poner en riesgo. Es un momento de gran responsabilidad, pero la mayoría de los españoles no saben muy bien cómo acertar con su cometido, y alguien tendrá que aclararlo, si hay tiempo y se puede. Yo no veo el euro en peligro, pero veo que España está, una vez más, a la espera, sin proyecto y sin pulso.
Ceremonias
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