La convocatoria de elecciones en el País Vasco va a constituir una cita muy importante para el futuro político de todos los españoles. Por supuesto, puede que pasen cosas muy desagradables, como una cierta victoria, al menos moral, de los etarras, gentes muy bien intencionadas al parecer de algunos, pero también pasarán otro tipo de cosas. Será la primera vez que los del PP puedan comprobar lo mal que les va a ir con el extraño y bizco posibilismo de quien es hoy por hoy su líder, porque lo probable es que el PP se estrelle hasta casi desaparecer. Si el fracaso electoral en el País Vasco es muy grande, como muy probablemente ocurrirá, deberían irse a su casa, en pura ética democrática, pero no se irán, o sea que habrá que hacer otras cosas. Si eso no trae consigo una amplísimo debate en ese partido es que ya están muertos, porque si lo trajere habría posibilidades de salvación una vez que se retire del puente de mando la tripulación titular, cuanto antes.
La manzana de la discordia
La manzana de la discordia