Un sesudo artículo de tres profesores universitarios, en EP, ¿dónde si no? se queja de que la derecha ha impuesto un lenguaje descarado. Pronto empezamos, se ve que acostumbrados a las mayorías indiscutidas, les resulta incómodo cualquier lenguaje distinto al suyo. Me temo que, esta vez, pese al desastroso rumbo que el gobierno ha tomado como propio, un rumbo que todavía rinde homenaje a los mitos que veneran estos profesores, la pretendida solidez y decencia de la izquierda ha quedado in pudibus, pese a que sean todavía muchos los que añoran un paraíso tan desmentido e ilusorio.