Xavi, que es un futbolista excelso, ha declarado que no le parece bien que se les exija no hablar en catalán, y me uno a su protesta, pero me temo que esté desenfocada y no se pueda criticar a nadie. Lo que está pasando, a ver si se entera el chico de los pases magistrales, es que no se puede escolarizar en español, o castellano como dicen algunos, a los niños catalanes, o que viven en Cataluña, y quieren escolarizarse en su lengua materna, cuando casualmente es la española. Espero que el jugador no esté dispuesto a prohibir una cosa tan razonable, que es lo que hace la política de inmersión nacionalista, cosa que queda claro hasta con el nombre. De todos modos, no van a conseguir lo que se proponen, y van a quedar en ridículo antes pronto que tarde, pero es una pena que se pueda ser tan eximio jugador y tan miope, o cobarde, ciudadano.