Hay que confiar en que la gramática y la ética no vayan a la par, porque, si no, habría que salir corriendo. La gramática y la lógica tienen más que ver, o sea, que tal vez haya que apartarse un poco, de Cospedal, me refiero. Un par de declaraciones suyas, de ayer mismo: manifestó estar dispuesta, y encantada, «hasta cierto punto» de colaborar con la Justicia. O esta chica es muy sutil, o no controla bien su verbo. En el mismo día, y hablando de lo mismo, ¿de qué si no?, afrimó estar dispuesta a «aclarar todo lo que sea susceptible de aclarar», y yo me pregunto: ¿qué o quién es lo susceptible?, porque si ella está susceptible, mal asunto, y si cree que hay cosas que no se pueden aclarar, casi peor. En fin, que el nerviosismo del PP es contagioso, y esa clase de ataques no se curan con cerrazón y con empeño, requieren serenidad y reconsideración, no empecinarse en correr hacia el abismo a la espera de que el abismo se desvanezca o se retire unos metros, justo lo necesario para frenar cuando ya no se pueda.
Google y su teléfono
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