La corrupción

Ayer participé en una sesión académica sobre la cuestión de la corrupción. Todos parecíamos saber de qué hablábamos, pero la cosa se fue complicando, no porque hubiese discrepancias morales, sino porque no existía acuerdo sobre qué hacer para combatirla. Y ese es el verdadero problema, no que la corrupción exista, sino que las instituciones no la combatan, que la sociedad la acepte y no castigue electoralmente al que la permite y la disimula, al PP, por ejemplo, por más que la critiquen en otros lugares. Mientras esto no cambie, mal remedio. 
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