Magia potagia

Rajoy y Bárcenas son como las dos mitades de Houdini, sólo que Bárcenas es algo más dicharachero. Entrambos están a punto de ejecutar un escapismo sin antecedente alguno, una hazaña memorable: Rajoy le llama ladrón a Bárcenas y abomina de su pasado común, Bárcenas le responde que ha hecho lo que se esperaba de él, de todo un caballero. En el entretanto, se produce el escamoteo: ¿a quién ha robado Bárcenas sus millones? ¿cómo es posible que ese robo se haya hecho en le despacho más protegido del PP y los superiores de Bárcenas no hayan sabido nada? Se trata de un número prodigioso en el que no jugará un papel menor nuestra legendaria habilidad judicial para preguntar cosas que no interesan a nadie y no ver la mar océana delante de nuestras narices. Los efectos de esta comedia bufa, de esta burla sangrienta a la conciencia más elemental, serán peores que el robo y la corrupción porque darán la muestra cierta de hasta qué punto los que mandan pueden hacer lo que les venga en gana: es un número de escapismo espectacular, tan osado que no debiera obtener aplausos y plácemes sino una pitada general porque pretende transformar la magia en pura tramoya pornográfica. Veremos. 
Don de lenguas