Pedro Sánchez ante el espejo

 

No milito entre los que piensan que Sánchez sea un incompetente, un rojazo o un simple oportunista, es decir que soy un tipo raro entre los, digamos, liberales o las gentes de centro derecha. Naturalmente, puedo equivocarme, y eso es algo que se acabará comprobando, pero debo reconocer que algunas de las decisiones que parece estar tomando Sánchez me desconciertan. Tal vez sea cosa de la táctica y el famoso control de los tiempos, pero no entiendo la chapuza de TVE o el empecinamiento en creer que Torra y los suyos se acabarán conformando con él por la foto con el perrito o por algún otro motivo igual de bobo. Desearía ser desmentido prontamente, pero esa deriva de Sánchez me parece un error, especialmente desde el punto de vista de sus intereses.
En el caso de TVE debería esforzarse por encontrar un candidato que apoyasen los del PP y los de Ciudadanos y que fuera lo suficientemente inobjetable como para que Iglesias tuviese que callarse, no parece posible que no exista alguien así, y es evidente que TVE se merece una cierta imparcialidad. Dársela a un plumilla de Podemos sería un error de mucho bulto, espero que lo comprenda.
Lo de Torra y compañía requiere mayor firmeza gestual, perfectamente compatible con tender la mano, pero sin mentir. Mira que aprecio poco al marianismo, pero decir que ha sido el culpable de la división social en Cataluña es un disparate, aunque solo sea porque, evidentemente, ha sido una de sus víctimas más notables. A ver si hay suerte, y Pedro no se confunde de película.