La vuelta a Londres le ha devuelto a Woody Allen algo de su antigua inspiración, lejos de Match Point y de sus mejores películas, pero lejos también de su espantoso bodrio catalano-ovetense. La presencia española en la película hacía temer lo peor, pero el neoyorquino, que hace una aparición inicial a lo Hitchcock, ha rodado una historia de interés, Conocerás al hombre de tus sueños, muy bien apoyada en los grandes actores, en Naomi Watts, en Anthony Hopkins, Gemma Jones o Freida Pinto, sobre todo, pero también bien servida por un guión ágil y bien construído que entrega alguna escena hilarante, y algunas situaciones ingeniosas.
Los personajes son un punto exagerados, pero se les perdona por la buena historia, por los giros del destino y la fortuna que han de afrontar, generalmente a su pesar. Allen vuelve a sus temas morales, a su burla de lo que simplifica excesivamente las cosas, pero también a su indulgencia con los que se equivocan porque, normalmente, no son capaces de prever el curso de los acontecimientos y tratan, atropellada e ilusamente, de conseguir una felicidad que suele estar en otra parte, si es que está en parte alguna. El éxito es un objetivo equívoco, y la verdadera bondad escasea, así que sus personajes siguen estando de los nervios desde las primeras horas, con cierta ventaja para los que no se hacen grandes ilusiones. La mirada de Allen es ya, si no lo ha sido simpre, la de un viejo.