Los gobiernos han descubierto que lo suyo es garantizar y se han puesto a ello en una curiosa carrera por ver quién garantiza más. Nuestro simpar líder no se ha quedado corto y ha puesto el listón en los 100.000 euritos que no están mal, para empezar. A mí, que ni soy economista ni, para mi desgracia, necesito que me garanticen esos depósitos, se me ocurre preguntar en porqué no garantizan más, a ver qué pasa. En realidad los gobiernos siempre se dedican a garantizar y lo que siempre garantizan es que les vamos a pagar en la medida en que nos lo pidan. No hay competencia que valga en cuanto se trata de Hacienda, cosa que se trata de disimular con aquel lema piadoso que dice que Hacienda somos todos. Pues menos mal, porque si solo llegan a ser unos pocos, vaya un negocio que tendrían montado.
Me temo, por tanto, que lo que están garantizando estos garantes es que nos van a sacar el dinero con la rara eficacia que suelen emplear en esta tarea. Es curioso que el mundo respire tranquilo con esta clase de promesas. El paso siguiente podría ser poner una renta universal, que es una cosa que hace mucho tilín a los progres porque suena a muy justa y muy equitativa. Que nadie se quede sin renta, del mismo modo que nadie se va a quedar sin garantías y el que salga el último que apague la luz.
Da gusto ver a los gobiernos entregados a cuidar de su grey, sin reparar en gastos. Queda mucha gente que sigue creyendo que esto de los poderes públicos consiste en darle a la manivela de la maquinita del dinero y no acaban de entender las razones para ser tan rácanos. Es gente beatífica que lo mismo te ayuda si te ve tumbado, sufriendo y solo a la vera de un camino, o sea que no hay que molestarse en criticar sus sentimientos, porque de ellos va a ser el reino de los cielos, mientras que los que andamos preocupados del dinero de bolsillo podemos tener problemas con San Pedro, al menos eso dicen los de la teología de la liberación.
¡Qué fácil sería conseguir el Paraíso en la tierra a nada que los gobiernos dejaran de ser rácanos y garantizasen lo que es debido! Menos mal que el nuestro ha puesto manos a la tarea con la alianza de civilizaciones y las leyes progresistas que garantizan casi todo. El que se queje es un bicho raro y tiene un poquito de mala sangre.
Esta situación de emergencia es ideal para la buena gente de izquierda: la culpa la tienen los malos, o sea Bush y los despiadados capitalistas, la solución está en las manos de los gobiernos amigos del gasto, que son los que más dejan a la parroquia, y el público tiene miedo y tiene que refugiarse en quién sea, en el mismísimo Pepiño si la cosa se sigue poniendo gris. ¡Ya era hora de que se les cayera el antifaz a los liberales! Esto está en el bote.