De trenes y de aeropuertos

Tomo la palabra a Mikel Iturralde en su magnífico Treneando:

«Otra de políticos. Y ese es el mal del ferrocarril español. Demasiada política y demasiados políticos. Cuando solo los condicionantes técnicos deberían cuestionar la continuidad de las líneas. Pero desde hace muchos años, solo es política, como en otras disciplinas de este país. Y así nos va. La cuestión es que la Política ha entrado como elefante en cacharrería para confundir más al sector y a los usuarios.
La cuestión es que el plan de cierre de líneas, que el Gobierno se empeña en negar, ha encendido el país. A la crítica de usuarios, clientes, asociaciones, concejales y alcaldes se une ahora la cúpula del PSOE, como si los males no fueran también consecuencia de su improvisación y quehacer sin pensar en el futuro. Sólo se ha actuado pensando en el día a día. “Del modelo de aeropuerto sin aviones al de estaciones sin trenes”. La figura elegida como paradigma de lo que sucede por el secretario federal de Organización del PSOE y portavoz socialista en las Cortes de Castilla y León, Óscar López, está bien traída. Pero esa símbolo no es nuevo. Con los socialistas se llegó a la flota más moderna del mundo; y no fue un eslogan. La renovación del parque motor visto en la distancia fue un disparate. Y aún lo estamos pagando. ¿Por qué no nos muestran los talleres de La Sagra (Toledo) donde se acumulan decenas de locomotoras apartadas de la vía con escasos kilómetros en sus lomos? Ese es otro paradigma de los tiempos de la abundancia, donde se pensaba que en este país los perros se ataban con longaniza. Y de esos polvos, estos lodos.»
Contra Amazon y contra los franceses