Teoría y práctica

Llevamos varios días con noticias sobre sorprendentes aumentos en las remuneraciones de los consejos de administración de grandes sociedades, como si los beneficios solo se pudiesen atribuir a los jefazos y las pérdidas al resto del personal, y no siempre será así, me imagino. Parece pues como si la crisis solo afectara a los desgraciados: en Iberdrola, Santander, Barclays, Telefónica, Repsol, puede haber EREs y despidos, pero los directivos ganan siempre un poco más que el año pasado, que no es que fuera poco. Todo esto produce vergüenza ajena por la impudicia y la injusticia que representa, en grado superlativo, pero puede tener cierta justificación, aunque no me guste nada, en la pura teoría del capitalismo, si es que existe algo como eso. Sin embargo, lo que me ha llamado mucho más la atención es que el faro ideológico de la izquierda, PRISA, haga exactamente lo mismo, echar miles de trabajadores a la calle, mientras que las retribuciones del Consejo, dirigido por esa luminaria del progresismo que es Juan Luis Cebrián, se multiplican de forma escandalosa por tres, una cifra pequeña, que es lo que seguramente comentaría Rubalcaba. ¡Mundo, mundo!