Acabo de ver «La conjura del Escorial» una película de Antonio del Real, que ha hecho algunas cosas estimables y tiene oficio, y no me queda más remedio que preguntarme sobre algunos defectos que al parecer son insuperables en la mayor parte de las producciones españolas. En esta se nota, y se agradece, el dinero y hay, además, una buena intención, cosa no siempre directamente censurable. Pero la película es endeble por muchas cosas. El guión, casi siempre pasa, no tiene ninguna posibilidad de crear ni tensión ni identificación. La historia de amor es un pegote increible en que una chica monísima se enamora de un anciano bondadoso: esas cosas no pasan ni en el cine. La trama es perfectamente artificial y previsible y nos deja bastante fríos. No sé qué papel juega un sacerdote sodomizando a un negro que parece sufrir mucho en el episodio, debe ser cosa de las subvenciones. Hablaré de lo bueno: la fotografía, Juanjo Puigcorbé haciendo de Felipe II y algunas otras cosas. El conjunto está por debajo de lo que requeriría la ambición que se ha puesto. Es una lástima porque son defectos que podrían corregirse, pero así es la vida.