El retorno de Zapatero

Algunos diarios hablan del retorno de ZP y de que molesta a Rubalcaba. Que yo sepa, Zapatero, como Aznar o como González, no se ha ido a ninguna parte, simplemente ya no ocupa los cargos que ocupó, eso es todo. El problema es que muchos de nuestros políticos conciben la política a su gusto y manera, de un modo funcionarial y rutinario, nada democrático,  y les molesta todo lo que no les ayuda, o eso creen; quieren una realidad más simple, una historia, por ejemplo, que ya no signifique nada, pero, por fortuna, no es ese el caso. Tanto Zapatero como Aznar o González han sido políticos importantes, independientemente de lo que de ellos se piense, han sido más que meros presidentes u ocupadores de un cargo, por importante que el cargo sea. No es lógico que, si no lo desean, se conviertan en monumentos inertes, no lo son. Su trabajo, y no su mero legado, significa algo, y es lógico que se muevan cuando todo está tan mal como parece, aunque moleste a la pareja de hecho que hoy trata de mangonear el cotarro, con tan poco éxito.


¿Derecho a que me olviden?