¿Enfermos o malvados?

De nuevo el posible crimen de unos padres contra un niña vuelve a poner en discusión la idea de que las personas normales puedan hacer algo tan horrible. La gente no suele ser consciente de las implicaciones de una idea tan equivocada como bien intencionada. Es duro admitir que todos somos capaces de hacer alguna barbaridad, de convertirnos en criminales y para eso no necesitamos ni de la enfermedad ni de la locura: nos basta con obrar mal, algo que hacemos cada día sin necesidad de tener fiebre y contra lo que hay que luchar y esforzarse. Sería muy cómodo no ser libres, pero no es el caso, me parece. 
Confesiones de Bill Gates