Ayer hube de ver, una vez más, Los tres días del Cóndor, para atender una invitación de Juan Manuel de Prada y sus Lágrimas en la lluvia, y acababa de ver Safe House, de Daniel Espinosa, que, salvando los más de treinta años de distancia, va de lo mismo. Una mera anotación histórica, en la excelente película de Pollack, el recurso a la prensa como solución final a tanto disparate, está levemente en duda, se anota un cierto escepticismo. En la pieza hodierna, bien hecha, desde luego, hay un mayor optimismo. No creo que esté justificado, la verdad. Tal vez sea inevitable creer que, en general, la prensa es más decente que las agencias, pero no conviene exagerar.
Una de turismo
Una de turismo