Los aviones españoles se han paseado por el cielo de Libia y, como es propio de caballeros, no han hecho otra cosa que mostrar su estilizada estampa. Ahora una fragata y un submarino harán lo propio, en los mares, claro.
La guerra de Zapatero está dejando como un sainete realista a la guerra de Gila, lástima que los más jóvenes no la recuerden. Es lógico que pase con una guerra que, según nos dicen, no lo es, o lo es por casualidad, de manera azarosa, sin propósito de hacer daño ni de causar mal. Por eso hablo de azares en lugar de Azores. Tal vez en Azores no estuvimos bien, pero al menos se sabía para qué se estaba; ahora lo único cierto es que vamos detrás de Sarkozy que, además, es más bajito que ZP. Pues yo, que quieren que les diga, para ir de jesusera (dícese de quienes acompañan a alguien para decir aquello de Amén, Jesús) , prefiero correr tras los EEUU que suelen saber lo que quieren, y además lo dicen. No creo que Sarkozy sepa lo que quiere, aunque seguro que sabe lo que no quiere, pero no imagino que le haya dicho a ZP ni una ni otra cosa, porque desde el episodio de la silla, Sarkozy sabe que, tratándose de ZP, puede contar con aquello de que ”si tú me dices ven, lo dejo todo” que es tan poético y tan sacrificado.