Lo nuestro y a los nuestros

La secretaria general de lo que queda del PP ha animado a los suyos («tenemos que defender lo nuestro y a los nuestros») para que no se dejen desanimar por asuntos como la fruslería del máster cifuentesco: la última, de momento. Sus palabras muestran dos cosas, que le importa un pito lo que no ayude a lo suyo, a sus intereses más inmediatos, y que está donde está para hacer eso precisamente, es decir, no para ocuparse de los asuntos generales, que es lo que define a la política, sino para atender a los suyos propios, que es lo que podría definir a cualquier empresa privada, a cualquier familia, y a la mismísima mafia.
Lo segundo que prueba es que sigue pensando que los ciudadanos, y muy en especial los votantes del PP, son tontos de capirote, que consideran que el asunto del máster, por poner cualquier ejemplo, es una cuestión privada de la señora Cifuentes, como si eso no afectase a la idea que los ciudadanos nos hacemos de lo que es una institución pública, como la Universidad, o lo que es la honorabilidad, tan ausente.
En definitiva, se cuecen en su salsa, viven en un mundo aparte, y eso ya se sabe que no puede durar mucho más de lo que ya lo ha hecho.