¡Bienvenido!

Nunca he votado al PSOE y me temo que nunca lo haré, no comparto las ideas socialistas y, bastante menos, sus muy frecuentes malas artes, esa demagogia barata y supuestamente solidaria que ya no debiera engañar a casi nadie, pero que todavía vende bastante bien. Dicho lo cual, me apresuro a dar la bienvenida al gobierno de Pedro Sánchez, me parece competente, original, casi estimulante. Creo que en parte se debe a las tonterías que gran parte de la derecha que se cree superlista, y unos cuantos socialistas despechados o que ya no se dan cuenta de que han dejado de serlo, han dicho sobre el caso, es decir que me gusta bastante llevar la contraria, cada cual tiene sus defectos.

Por supuesto, estoy casi seguro de que Pedro Sánchez va a conseguir que el PSOE vuelva a un lugar de privilegio, lo tiene mucho más fácil que los del PP, que, además, se empeñan en que aquí no ha pasado nada, y en que bastará con poner una cara nueva para que todo vuelva a ser lo de antes, ¡qué equivocados están!

Pedro Sánchez ha dado una muestra más de que es un tipo muy listo y ambicioso, cosa que no es mala en nadie, y menos en un político. Fue fácil de ver cuando se puso delante de una gran bandera y cuando tuvo los bemoles de pelear contra el aparato de su propio partido y, además, ganarle. Lo del desalojo de Rajoy tampoco ha estado nada mal, digamos, desde un punto de vista de su capacidad para conseguir cosas: ha sido casi tan espectacular como el gol de Bale, aunque imagino que a él le gustaría más una comparación de baloncesto, no en vano es del Ramiro. Ahora está demostrando que sabe escuchar a sus mejores mayores, que tiene un olfato muy notable para llamar la atención y que sabe que gobernar es algo serio y que hay que ayudarse de gente competente. Seguro que llega hasta el final y va a ser divertido ver al del chalé y la coleta imaginando tretas para dejarle en evidencia y demostrar que los parias de la tierra lo debieran votar a él.

Por cierto, los mercados no parecen estar aterrorizados, tal vez no se hayan enterado del brillante mutis de Rajoy.