El fiscal general del Estado dice que no parece deberse a ninguna conjura el hecho de que la policía esté investigando negocios y aventuras de los Pujol, o del mero mero, porque hay indicios suficientes. ¿Esto de los indicios pudiera ser un indicio de que el Estado se decide a dejar de mirar para otra parte cuando algunos se pasan la ley por salva sea la parte con los más variados motivos? Sería magnífico que así fuere, pero, de ser así, va a tener trabajo el cinéfilo Fiscal general.