Política de capricho

Muchos tienden a creer que sólo se puede apoyar a una fuerza política con la que se coincida al ciento por ciento, y puede que algunos tengan la suerte de conseguirlo, pero no es lo normal. Las fuerzas políticas nacen del compromiso con un objetivo común claro y del acuerdo de sus componentes sobre la mejor manera de conseguirlo, pero es casi imposible pretender que un colectivo se pronuncie siempre y en todo conforme a nuestro personal gusto y criterio. Cuando un partido es democrático, y en Vox nos hemos empeñado en serlo, se parte de un consenso amplio en los objetivos políticos, se aprueban unos principios y se elaboran unas políticas que han de obtener la aprobación de todos, pero que no siempre recogerán al ciento por ciento lo que cada cual pueda desear. Esta es la grandeza de la política, ceder en lo que se pueda ceder para no renunciar a lo esencial, a eso en lo que no caben dudas ni cambios, y lo que esencial para Vox está muy claro.