Tengo mis dudas de que la anunciada huelga de profesores alcance el éxito que desea la izquierda. Sin embargo, hay algo de anticíclico en el comportamiento político de los profesores: recuerdo, por ejemplo, la huelga muy masiva de las enseñanzas medias con el primer gobierno de Felipe González, con Maravall, no mucho después de su estruendosa victoria del 82. Creo que las autoridades educativas se explican solo de manera regular; es un error, por ejemplo, hablar de las 18 horas de trabajo como si se tratase de un privilegio que mereciera correctivos, tal vez para ganarse la antipatía del público por esa huelga y acobardar a muchos profesores. Yo no creo que eso vaya a pasar, pero me parece muy mala táctica de los gobiernos del PP, aunque hay que reconocer que el personal sindical es de aúpa. Sospecho que entre la mayoría de los profesores se impondrá, más pronto que tarde el buen sentido y no harán esa huelga de tan evidente intención política y de tan obvias y estériles consecuencias, nada bueno.
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