Algunas de las decisiones del gobierno Rajoy están empezando a parecerme atrevidas, en el buen sentido del término, así, por ejemplo, prescindir de los sindicalistas en el Consejo de RTVE, o subir las tasas universitarias para los repetidores, esa vieja lacra. Pero tanto o más que el atrevimiento, importa el acierto, y en educación universitaria, que ya no admite reformas, hay que acertar con un camino nuevo y bueno, pues el que hay apenas tiene enmienda. Hay que inventar otra Universidad y dejar que esta se desangre y perezca, porque reformarla directamente es imposible. Puede parecer difícil, pero no lo es: se ha hecho en algunos lugares y siempre sale bien. Un avión no es un autobús con alas, es otra cosa, y necesitamos aviones.