Leo, no sin pasmo, la noticia de que Iberia tiene cuatro directivos por cada avión. A mi me preocupa esto más que las supuestas locuras del presidente de Ryanair, de las que tanto se ocupa una de nuestra ministras estelares, la más estratosférica y pontevedresa de todas. Iberia será una línea privada, pero a costa de heredar un monopolio que les permite cobrar mucho más allá de lo razonable, me parece. Si no recuerdo mal, creo que también andaba por Iberia una de las mujeres de Juan Luis Cebrián, ese portento que va a conseguir cobrando fortunas de una empresa ya inexistente. En fin, que la historia, bien administrada, da para mucho. Y mientras tanto, el ministro de hacienda sigue descubriendo nuevos hechos imponibles.
A palos con W8
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