Se trata de un asunto muy intrincado, pero me parece una enorme simpleza cargar contra Rato en el affaire de Bankia. Creo que es evidente que Rato se equivocó al aceptar la presidencia de Bankia, pero no creo que sea responsable prácticamente de nada de lo que había ocurrido antes ni del diseño de la peligros operación de salvamento: era un plan cocido, consensuado y apañado por quienes en verdad mandan y son los auténtico responsables de lo que ha pasado con las Cajas, y, de momento, no concretaré; el error de Rato fue fiarse demasiado de sus colegas de la política y, tal vez, una cierta sobreestima de su capacidad, pero no es el responsable de ninguno de los problemas que hacían de la vieja Caja Madrid un buque fantasma a la espera del milagro de la resurrección que, como suele suceder, no se dio.