Cunden los nervios en el PP si se dedican a asaltar sus propios despachos. Todo sería muy raro si no fuera evidente lo que realmente pasa, que no saben qué decir ni qué hacer a la espera de que pase el vendaval, y mejore la economía, pero dos milagros al tiempo es mucho pedir, sobre todo si los méritos del orante son tan escasos.
Datos y oscuridades
Datos y oscuridades