Parece que el Rey quiere operarse en la mejor clínica posible, y esto, que es exactamente lo que haría cualquiera, escandaliza mucho a algunos y lleva a la Casa Real a prohibirle (¿?) que vaya a EEUU a operarse, aunque, eso sí, se traen para acá a un cirujano americano, al parecer con el atenuante de ser gallego. Yo creo que la tontería nacional y la envidia no tienen límites, ni siquiera en la Casa Real.
Historias de la histeria
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