He figurado entre los defensores de Pedro Sánchez y creo que todavía hay que darle un margen porque acaba de embutirse un traje que no está hecho precisamente a la medida y resulta un poco desastrado, pero lo que más me preocupa es que cuando parece que el que sale adelante es él, y no su traje, la cosa no mejora, se pone incluso más fea. Espero que vaya aprendiendo, porque lo contrario no le conviene a nadie, especialmente a nadie que no sea del PSOE, salvo a los chicos de moda, pese a esas pintas que se gastan.