Los tópicos salen a pasear a todas horas

Hoy se ha anunciado un confuso decreto de Educación permitiendo a las Universidades acortar la duración de los grados. Las explicaciones del Ministro son penosas, insistiendo en que será más barato para las familias. Pero peores son las reacciones de rectores, periodistas y sindicatos: nadie se da cuenta de que necesitamos como el comer que las Universidades empiecen a ser verdaderamente autónomas y competitivas, y la medida, malamente pero en parte, algo podría aportar en esa línea. Aquí, sin embargo, triunfa el reflejo defensivo: todos iguales, que no haya discriminaciones. En fin una porquería de Universidad para un país que se obstina en ser mediocre, pero es lo que hay. El modelo es cerveriano: ¡lejos de nosotros la funesta manía de pensar! ¡Vivan las cadenas!
El tamaño importa menos