División de poderes

En el confuso panorama electoral que se dibuja creo que lo esencial sería apoyar al partido, en el caso de que exista, que más pueda favorecer la división de poderes que se ha hecho añicos en el sistema político del 79. Eso es algo esencial y se puede evaluar mediante la actitud que se muestre ante dos asuntos decisivos, la independencia de la Justicia del poder ejecutivo, y la mayor separación que hay que introducir entre ejecutivo y legislativo que, a día de hoy, solo puede alcanzarse estableciendo unas reglas del juego claras para el funcionamiento democrático de los partidos, para acabar con el ridículo cesarismo de Mariano, de Sánchez, de Rivera, de Iglesias y de doña Rosita. Es un paso difícil, pero es el que hay que dar, cualquier otra propuesta es un despiste y lleva a magnificar el engaño en el que vivimos. 
Máquinas que piensan