Unos jueces de Alemania

 

Unos señores jueces de Schlewig-Holstein acaban de pitorrearse de todos nosotros, y lo han hecho, además, con el recochineo de hacerlo estudiadamente. Unos jueces regionales no han dudado en enmendarle la plana al juez del Tribunal Supremo español que solicitaba la extradición de un personaje que ha utilizado todos los privilegios que le concedía la Constitución para atentar contra España y su ordenamiento legal, como lo prueba el que haya salido por piernas. Que este cobarde traidor obtenga el amparo de esos jueces no se puede considerar un caso de independencia de la justicia, alemana en este caso, sino como un ejercicio de esa superioridad moral que tan bien saben aplicar algunos cuando los casos en litigio no les afectan directamente, además de ser un insulto a la dignidad y la autonomía de las instituciones españolas.
Desgraciadamente no espero demasiado de este Gobierno, tampoco esperaba nada del anterior, pero me creo con el derecho a exigir que el señor Sánchez, que es tan determinado en lo que le conviene, emprenda las acciones oportunas para que jueces de mayor rango alemán revisen esta afrenta jurídica a nuestra Nación. Si esto no se arregla, entenderé que en Alemania predomina el europeísmo concebido como sumisión al Reich alemán, un negocio absurdo para el resto de europeos.