Tengo que reconocer que el Gobierno está haciendo cosas que me gustan y que, francamente, pensé que no haría. Me alegra equivocarme, pero espero que no sea flor de un día, y que el ritmo con el que se han inaugurado continúe por mucho tiempo, porque el país necesita de buenas noticias y, tal vez, de algo más de esperanza, no sea que se pase Rajoy con la sinceridad y, sin querer, alimente un pesimismo que no hace ninguna falta con lo que llevamos.
Un gran invento
Un gran invento