A Iñigo Errejón le han pillado en un puro «como si», haciendo como que era becario y como que estaba estudiando un tema tan trascendente y profundo como la vivienda en Andalucía. Pero no cobraba «como si», sino de verdad, un sueldecito de 1.850 euros que para sí los querrían muchos investigadores que se dejan las horas en los laboratorios y muchos trabajadores que de verdad trabajan. Todo sea por Podemos y por acabar con la casta. Asistiremos a sus mentiras prácticas para disimular el entuerto, y las dirán con la misma impavidez con que dicen las mentiras teóricas que les están dando tanta fama. ¡Quién no te conozca que te compre!