El cainismo

El discurso de Rajoy fue puro cainismo, el tú más en vena. ¿Funciona? Sí, al parecer, para los que viven del negocio y  esperan cada nuevo día como un paso más ante un futuro oscuro, pero no creo que la sociedad española esté dispuesta a dar ese definitivo paso atrás, a convertirse en una especie de Italia con un Berlusconi, sin gracia ni poder propio, a la española. No creo que funcione, pero me parece que ese es, de momento, el plan. Espero que lo desbaraten una triple combinación de resultados electorales pésimos, en forma de previsión, cuando la curva del PSOE está más alta, por poco que sea, que la del PP, noticias y revelaciones en manos de un cocinero notable y de varios pinches, y una perspectiva económica en la que la bonanza puede estar demasiado lejos, todavía. Y en el exterior, el entusiasmo con los milagros y las tretas del equipo A, Gibraltar, Carromero, es perfectamente perceptible. Es lo que hay.
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