Marías en el Oeste

Uno de esos buenos amigos que uno tiene por ahí, me ha hecho el favor de mandarme un artículo de Marías, el novelista, sobre el cine del Oeste. Confieso que empecé a leerlo con enorme escepticismo, pues la virtud que supone ser partidario de que Marías es un gran escritor, no se me alcanza, en absoluto. La próxima vez me fiaré más del buen tino de mi amigo, que lo es, pese a ser inusualmente discreto y prudente.
Al leer al novelista he recordado las buenas críticas que solía hacer su padre en la viejísima Gaceta Ilustrada, cuando yo las leía, aunque creo que luego prosiguió en otros medios. Creo que si el filósofo pudiera leerlas estaría contento con el gusto del chaval, que ya no lo es, desde luego.
Lo que más me sorprendió, sin embargo, no es que pudiera dar una interpretación que, a mi juicio, es básicamente correcta, del ocaso de ese género de cine, sino que coincido casi al cien por cien en los ejemplos que pone. El caso es que voy a echar un vistazo a alguna de las novelas del autor que dejé a medio leer, no sea que me hubiera equivocado.  De todas maneras, diré que siempre he considerado que ser un buen novelista y ser un buen crítico son dos cosas rotundamente distintas y que nunca entendería que un buen novelista perdiera el tiempo haciendo crítica, salvo el caso de Coetzee que me parece bastante bueno en los dos oficios, lo que no deja de ser significativo del tipo de novelista que es. 
Uno que sabe