Los jueces

Es evidente que la decencia política debería ser más exigente que la Justicia penal, pero como no es así, bueno será que los jueces tomen cartas en asuntos que nos avergüenzan. El temor es que, al final, no se pueda probar nada, pero no porque no haya nada, que ya lo sabemos, sino porque la Justicia está hecha unos zorros y el hipergarantismo español es una beca para delincuentes, sobre todo si ilustrados. En cualquier caso, que Dios ilumine al juez Ruz, que le va a hacer falta. 
Cambiar sin querer