Dicen que Asturias puede ser intervenida. Será difícil encontrar un lugar más propicio en toda España, porque los asturianos están bastante al cabo de la calle del engaño autonómico y añoran, tal vez por razones no del todo correctas, una presencia mayor del Estado en los asuntos públicos. Si todo esto sirviere para cortar lo que parecía imparable deriva hacia la mentalidad de campanario, hacia un mentecato separatismo de oficio, es posible que el negocio no haya salido tan mal, pero mejor sería que aprendiésemos a hacer las cosas bien por las mejores razones.
Monotonía de la red
Monotonía de la red