La democracia española tiene una asignatura pendiente que es el fortalecimiento de la nación, que es principio de libertad política, es decir lo contrario del nacionalismo, una realidad tontamente atacada, preterida y olvidada por unos y otros con los más necios, hipócritas y falaces motivos. El gobierno se la juega en este punto, y sus electores no le perdonarán ninguna vacilación, menos aún un paso en falso; pero, aparte de la retórica al uso, la nación es tanto Cataluña como Andalucía, y no se puede reprochar a los primeros que se quejen de las arbitrariedades y privilegios que se cultivan entre los segundos. Una ola de igualdad jurídica y política en lo esencial debe dejar las diferencias en su sitio, sin un solo cuento.
La incompetencia de los competentes en materia de competencia
La incompetencia de los competentes en materia de competencia