¡Admirable España!

Tres instantáneas surrealistas: 1. Tomás Gómez, ese genio cuyo destino manifiesto es indescriptible, sale en ayuda objetiva de Ana Mato, en lugar de dejar que se cueza en su propia salsa, pero claro no sabe sino embestir. 2. El espionaje de la absoluta nadería hecho de la chapucera manera que, desgraciadamente, parece ser la auténtica marca España,  y encima los soberanistas diciendo que lo organiza el CNI, todo es posible en este país cotilla y lerdo que se preocupa más por 6.000 euros que por 20.000.000, listos que somos. 3. Uno de los informes de la agencia catalana se dedicaba al estudio del mercado de la avellana, gente ingeniosa y creativa, segura siempre de que si mandas bastante da todo igual, eso es lo que nos pasa y hay que celebrar que esté empezando a no pasar, pero no sé si sabremos llegar bastante lejos. Lo ha dicho Florentino con mucha claridad, «cualquier contrato puede romperse». 
El Gobierno dice que hace