El regalo de Fontán de estas navidades me trae el título de este post y una reflexión de oro: el heroísmo es virtud individual que no se puede pedir a los pueblos. La gente puede ser resignada, no heroica. El heroísmo hace falta, con frecuencia, en los líderes, en quienes sepan que aunque puedan morir de éxito deben hacer algo muy difícil por los demás, y de eso ahora andamos escasos.