Suicidios

Mi amigo Damián Galmés me llama oportunamente la atención sobre los dos suicidios recientes que, según todos los indicios, han sido motivados por desahucio. Comparto su preocupación por el hecho de que hay dos versiones de la crisis, la retórica, y la que padecen los que lo están pasando realmente mal, y es obvio que las cargas del problema, sin siquiera fijarnos en sus causas, se están pagando de manera notoriamente desigual. No quiero hace tremendismo, pero sí me parece obvio que no se puede vivir a lo grande mientras gente pierde su casa, que la administración no puede seguir aumentando los impuestos a la gente más humilde, para que los que la gozan sigan viviendo como si no pasase nada, mientras unos pobres sin ayuda acaban por decidir que lo mejor es matarse. No es justo, es indecente y hay que poner remedio serio y rápido a esta situación, acabando con los incomprensibles privilegios con los que se premia a los grandes, a los defraudadores masivos, a los que han dirigido el cotarro político financiero que está en el origen de este disparate moral.
Lo siguiente, es que empecemos todos a ser un poco menos chorizos, sobre todo los grandes chorizos de la parte alta. 
Márgenes menores