Los idiotas

Un problema de la democracia son los idiotas, en realidad son un problema de la vida, pero en la democracia se notan mucho. No es, simplemente, que abunden, es que tienen gran éxito, tal vez por lo que les sacan en las teles, para solaz de los muchos. Cualquier idiotez tiene grandes posibilidades de prosperar y es muy difícil que en nuestro inventario de opiniones no se nos hayan colado unas decenas de estupideces. La única manera de no ser idiota full-time es estar preocupado por no serlo, desconfiar, dar un par de vueltas a lo que se nos cuenta, no creerse casi nada, y desconfiar de lo que se nos ocurre  antes de haberlo sometido a una buena inquisición de memeces, que no siempre funciona. No se consigue erradicar del todo a la tontería, pero, con tiempo y paciencia, podemos conseguir minimizarlas. 
Internet y los idiotas