El interés de la Justicia

En interés de la Justicia se puede prever que en determinados casos se negocien, no hay otra palabra, las sentencias. No se puede ni siquiera imaginar cuál haya sido el interés de la Justicia en la disolución del caso Pallerols, al dejar marchar sin pena ni castigo a los implicados en un robo desvergonzado y asqueroso con destino a la financiación del partido de Durán i Lleida, que es la explicación hipócrita que suele darse a la desnuda apropiación de dineros públicos por manos privadas, quiero decir, personales, con nombre y apellidos, puesto que los partidos roban exclusivamente para eso, no para ninguna causa humanitaria. 
Algunos, el periodista Anson, por ejemplo, sugieren que ese trato, cercano a la concesión de una medalla al mérito, busca no quemar al político mencionado para que medie en el supuesto proceso de reconversión del secesionismo catalán en una causa que quepa dentro de la Constitución, aunque el Gobierno haya negado cualquier responsabilidad, pero siempre hay jueces dispuestos a hacer favores a los poderosos. Pues bien, aparte de que el disparate catalán parece poco negociable, algunos podemos empezar a preferir la honra sin barcos que los barcos sin honra, y este barco catalán podría ser un primer paso. No estoy diciendo, de ningún modo, que haya que ceder a la independencia de Cataluña, sino que para no ceder no hace ninguna falta ser inicuamente amables con Durán, ya está bien de bromas.