La cámara quieta o no

Uno de los grandes cambios del cine ha sido el del punto de vista de la cámara, que se pretende sea el del espectador. La aparición de las cámaras ENG que se podían lleva al hombro para captar noticias nos hizo creer que la realidad, lo que sale en los telediarios, era móvil, estaba fuera de un encuadre fijo. Esa regla tan simple de verismo, de simulación de verismo, en realidad, ha sido adoptada ad nauseam por todos los directores con ganas de hacer cine distinto, y se abandonaron los planos clásicos, primeros o panorámicas estables, que le dieron al gran cine de la primera mitad de siglo su calidad y su dramatismo. Está por ver que con la cámara al hombro se pueda hacer algo medianamente parecido en calidad, emoción y efectividad, pero los directores mediocres, que son la mayoría, continúan moviendo la imagen como si el cine fuera eso, ¡qué tontería!
Tecnologías y rutina