Factual es el nombre de un nuevo periódico, si se puede llamar así, de un informativo digital. Se lanzó a la red mediante una campaña muy llamativa. Su principal novedad fue que iba a ser un periódico de pago, un curioso experimento. Su mayor atractivo, el que estuviese dirigido por Arcadi Espada, un periodista y escritor (aunque la conjunción me parezca innecesaria, es muy usual) cuyos textos sigo con asiduidad, provecho y gusto. Fui de los que pagaron sin vacilar lo que se pedía para acceder a un invento tan atrevido y original.
Hace tan solo unos día Arcadi ha dimitido, y ha explicado a sus lectores que no estaba en condiciones de garantizar la continuidad del proyecto en el que se había y nos había embarcado; luego vinieron más cambios, y pronto se anunció que el medio iba a dejar de ser de pago, es decir, un experimento abortado con gran prontitud.
No puedo decir que Factual me gustase, en realidad me parecía, sobre todo, un intento inmaduro y muy alejado de lo que se suele entender por un diario, pero el aprecio de Arcadi por una objetividad esforzada, y su calidad literaria, me compensaron del gasto y fueron capaces de mantener la motivación para el ojeo diario. Aunque el nuevo director, Juan Carlos Girauta, es también un escritor estimable y al que he seguido, con menos asiduidad que a Arcadi, pero con alguna frecuencia, no pensaba seguir leyendo Factual, porque había perdido uno de sus mayores atractivos.
Ha habido una noticia sorprendente que, sin embargo, me ha hecho cambiar de actitud. Factual va a devolver el dinero a los que pagamos por una suscripción a algo que ahora va a ser gratuito. El hecho me parece tan asombroso, en especial si se lleva efectivamente a cabo, que volveré a dar al digital una oportunidad. Les deseo suerte y que acierten a hacer algo que me guste más de lo que me gustaba.