Acampadas y melonadas

Hace días que apenas leo las noticias sobre la acampada, del mismo modo que no me ocupo del tiempo más que cuando amenaza calorina, tormenta o helada, quiero decir que es lógico que así sea. Sin embargo me ha llamado la atención una solemne serie de melonadas que han surgido de tal entorno a propósito de algo así como abusos sexuales y similares denunciados por algunas chicas y que, al decir del colectivo, han sido malinterpretados por los medios.
Se puede considerar el asunto, y cuanto lo ocasiona, como una muestra inesquivable de caída en la vulgaridad, pero yo he decidido acordarme de Baroja, dispuesto, como siempre he estado, a considerar estas cosas desde un punto de vista revolucionario. Dice don Pío, y me limito a entresacar: “La revolución es una época para histriones. Todos los gritos sirven, todas las necedades tienen valor, todos los pedantes alcanzan un pedestal”. Lo único que lamento de este apunte es que, a poco que sea cierto, queda para rato, entre otras cosas porque la inteligencia, también en política, solo se alcanza trabajando y siempre es difícil. 
¡Aprieten el botonin!, por favor..