La prima de riesgo por los cielos, la moral por los suelos, el Rey haciendo de las suyas, nuestras empresas a la intemperie, en fin, como para salir corriendo. Está claro que la situación es tan insostenible que acabará estallando de uno u otro modo, y son cada vez menos los que están en condiciones de evitarlo. Se avecinan momentos recios y habrá que mantener la clama, al menos todo el que pueda.
Un regalo en la nube
Un regalo en la nube